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Impresora 3D para aprovechar las frutas y verduras de desperdicio

La dictadura de los productos calibrados es un problema para muchos países. Solo en Francia, de los 10 millones de toneladas de desperdicio de comida, 1.2 millones de estos alimentos aún consumibles terminan en la basura.

La mitad de los productos descartados son frutas y verduras. Bajo la presión de los mayoristas y las tiendas, las frutas y verduras degradadas o dañadas son desafortunadamente arrojadas por los productores.

Los consumidores, de hecho, tienden a asimilar el aspecto visual a la calidad y el sabor nutritivo. Una patata manchada o una zanahoria de forma irregular  es más que probable que no lleguen a los estantes de los mercados. ¿Podría  venir la solución de la impresión 3D? En esa línea, una joven empresa surafricana llamada Studio H ha desarrollado la primera impresora de alimentos en 3D del país.

Con el nombre de Salad 2.0 en referencia a vegetales, la máquina desarrollada por Studio H trabaja con feas frutas y verduras cosechadas en supermercados y entre los clientes. Primero se cortan y luego se hacen puré. «Hasta el 30% de los cultivos de frutas y verduras comestibles son rechazados en Suráfrica, incluso antes de ser enviados a los supermercados simplemente por su apariencia. La impresión 3D podría ser la forma ideal de reducir el desperdicio de alimentos, ha declarado Hannerie Visser, fundadora de Studio H. «Para experimentar con esta solución, diseñamos Salad 2.0.».

La extrusión requiere un mínimo de consistencia. El puré se mezcla con gelatina para crear una gelatina imprimible en 3D. Según la empresa emergente surafricana, no solo Salad 2.0 podría ayudar a combatir el desperdicio sino también a crear platos más atractivos para los niños que a menudo no están dispuestos a comer frutas y verduras.

Studio H pone como ejemplo un plato  que contiene la ingesta diaria recomendada (RDA) de frutas y verduras a partir de: 1 cartucho (50 ml) de manzana, 1 cartucho de fresas en puré, 1 cartucho de tomate, 1 cartucho de zanahoria y 1 cartucho de calabacín.

Aunque aún en un estado muy embrionario y muy por detrás de otras áreas de aplicación, la impresión 3D de alimentos genera muchas expectativas y fantasías. Si bien la mayoría de las máquinas son en su mayoría prototipo o no funcionales, algunos fabricantes ya han logrado éxitos en este campo, como el gigante italiano Barilla y su impresora 3D de pasta, la holandesa Focus y su byFlow para los chefs estrella, la impresora de chocolate Choc Creator 3D y la Magic Candy para los caramelos.

 

 

Fuente: Imprimalia 3D

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